31.3.11

«cría mierda y te quitarán los ojos»


«El negocio del arte logra cifras récord en plena crisis económica»


Bruno Pérez - Madrid - 16/05/2008

A mediados de los setenta, el pintor expresionista irlandés Francis Bacon culminó Tríptico, 1976, un conjunto en tres piezas que los críticos valoran singularmente por su inspiración en la mitología griega clásica y por aglutinar en una sola composición todo el poderoso universo simbólico creado por el dublinés durante tres décadas de expresión artística. Para los evaluadores de la Casa Sotheby's, semejante volumen de valores artísticos bien merecían una generosa conversión en euros: 45,2 millones. Para el mercado del arte, esta evaluación fue incluso insuficiente y un comprador desembolsó la madrugada del pasado jueves 55 millones de euros por la obra, convirtiéndola automáticamente en la pieza de arte contemporáneo más cara de todos los tiempos.

Apenas unas horas antes, la sala Christie's había adjudicado una de las obras cumbres de Lucien Freud, Benefits supervisor sleeping por la cifra récord de 21,3 millones de euros, convirtiendo al nieto del insigne padre del psicoanálisis en el artista vivo más cotizado.

No fueron hechos aislados. Las sesiones en las que se adquirieron ambas obras resultaron ser las más jugosas de toda la temporada para Sotheby's y Christie's, que intermediaron en total cerca de 500 millones de euros en apenas 48 horas. ¿Acaso los coleccionistas de arte no notan la crisis?

Andrew Montgomery, responsable de Comunicación de Sotheby's España, tiene su propia teoría para explicar semejante nivel de actividad. 'El mercado del arte no se mueve bajo los mismos impulsos que los mercados financieros. Las crisis económicas tardan meses en notarse y las fluctuaciones son mucho más suaves'.

Los datos le dan la razón. Mientras el ciclón subprime sumía en una profunda depresión a la economía global, las ventas de obras de arte marcaron en 2007 su máximo histórico. 'En sólo un semestre habíamos superado los ingresos de cualquier ejercicio anterior', apunta Montgomery.

Este año la cosa ha empezado más suave. Los resultados del primer trimestre de Sotheby's muestran una caída de ingresos del 12% y unas pérdidas netas de 7,7 millones de euros, cuando en el mismo periodo del año anterior el saldo fue positivo en 15,5 millones.

La primavera lo ha cambiado todo. La subasta de arte contemporáneo de ayer, en la que se vendió la obra de Bacon, supuso para la casa unos ingresos de 233,8 millones de euros y apenas una semana antes Sotheby's había cerrado la puja de arte impresionista más rentable de su historia.

Cuando al presidente de Sotheby's, Bill Ruprecht, le tocó explicar a sus accionistas las pérdidas de 7,7 millones de euros cosechadas por la prestigiosa casa de subastas durante el primer trimestre del año no dudó en identificar la causa. La feroz competencia en el mercado del arte les había obligado a reducir las comisiones que cobran por colocar las piezas y había recortado sus ingresos por este capítulo. 'Si nosotros podemos mover un Bacon o un Matisse es porque ofrecemos a nuestros clientes unas condiciones más ventajosas (es decir, menos comisiones)', señalan desde la casa. Pese a ello, a partir del 1 de julio la casa actualizará sus tarifas para cubrir costes: 25% para los primeros 32.300 euros; 20%, hasta los 613.700; y 12%, a partir de los 646.000 euros.

26.3.11

«Detenido el "Bernie Madoff" del comercio de arte»


ELPAÍS.com - Madrid - 27/03/2009

El galerista Lawrence Salander está acusado de fraude y falsificación y de robar 65 millones de euros a inversores

Salander contaba con una reputación de 40 años en el mercado del coleccionismo de arte. Establecido con una tienda en el barrio neoyorquino del Greenwich Village en 1969, el galerista fue ganándose el prestigio hasta que en 2005, su comercio, Salander-O'Reilly Galleries, ocupaba unas amplias dependencias en la calle 71 Este, en pleno Upper East Side, una de las zonas más adineradas de Manhattan. El alquiler: dos millones de dólares (1.500.000 euros) al año. Salander convirtió su nombre en sinónimo de arte bueno y variado. Su catálogo abarcaba desde la pintura del Renacimiento y John Constable hasta artistas contemporáneos como el desaparecido Robert de Niro padre, Stuart Davis, Ralston Crawford y Elie Nadelman.

Las exposiciones que organizaba tenían un nivel museístico. De hecho, estaba preparando su muestra 580, Masterpieces of Art: Five Centuries of Paintings & Sculpture, el pasado octubre, cuando un juez de Nueva York ordenó el cierre de la galería después de que ésta recibiera un número creciente de demandas de coleccionistas e inversores. El galerista alegó entonces: las demandas las están interponiendo "amigos míos o gente a la que consideraba amigos, a todos los cuales he pagado la obras que he vendido para ellos". Sólo un mes después, Salander se declaró en quiebra.

Su estafa, añade el comunicado del fiscal, le permitió sostener "un estilo de vida extravagante", que incluía un jet privado para volar a Europa, una "fastuosa fiesta" que organizó para su mujer en el recinto de la Frick Collection, en Maniatan, además de un domicilio de seis plantas en el Upper East Side y una casa de 260 metros cuadrados al norte del Estado de Nueva York.

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20.3.11

«Venderse es prostituirse.»

Avelina Lésper, escritora y crítica de arte, México.

"La única ley de un burdel es que todo está en venta. El mercado del arte contemporáneo es el nuevo burdel legal, donde se confunden las putas y los proxenetas. Allí venden la invención o mentira de lo que hoy llaman arte mientras le dicen al cliente que hizo una buena compra, que es inteligente y vanguardista. Esta corrupción trata de apuntalar obras sin valor para venderlas como piezas con trascendencia. En este mecanismo entran casas de subastas, artistas, galerías, curadores, críticos y museos. La cadena crece porque una vez que un coleccionista cae no le conviene que su compra baje un día de precio. Entonces los mismos coleccionistas apoyan a los galeristas y a los artistas. Lo único que no vende un carnicero es la carne que reserva para él. Es evidente que estos artistas utilizan a sus proxenetas en una relación de explotación en igualdad de circunstancias: somos testigos del fraude más descarado de la historia."